Rodeada por las neblinosas laderas de los Andes, Santiago siempre ha sido un lugar donde la lista de cosas para hacer comienza con aventura. Esta ciudad única está a poca distancia en automóvil de bosques antiguos y las playas del Pacífico, pero también es un destino en sí misma. Rascacielos como la Gran Torre Santiago, el edificio más alto de América Latina, reflejan la floreciente economía chilena, y los distritos modernos como Providencia cuentan con chefs que llevan los ingredientes clásicos locales a niveles nuevos con técnicas aprendidas en el exterior. Las galerías de arte moderno de Santiago son tesoros ocultos y la industria vitivinícola local se está expandiendo más allá de los Cavernet Sauvignon, lo cual pone a los vinos chilenos en estantes de los comercios en todo el mundo.
Santiago combina el pasado y el futuro. Casi cinco siglos de civilización europea le dieron a la ciudad sus lugares emblemáticos barrocos y neoclásicos, desde la lujosa Catedral de Santiago de Compostela hasta el palacio presidencial de La Moneda. Desplazados pero no olvidados, los logros de las antiguas civilizaciones se exhiben en el Museo de Arte Precolombino. Más cerca del presente, encontrará el arte del poeta Pablo Neruda y sus particulares recuerdos de viajes en su antiguo nido de amor, La Chascona. En la actualidad, el espíritu de Neruda vive en los bares y clubes bohemios de Bellavista, donde las parejas se cortejan hasta el amanecer.
Motivos para ir:
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Vino chileno: Los bares de vinos en distritos como Providencia y Bellavista sirven vinos de reserva galardonados del Nuevo Mundo por copa. Puede alegrarse con Cabernets y blends de Cabernet de primera clase, pero para probar algo exclusivo de Chile, saboree el Carménère, la uva insignia del país. ¿Quiere ver de cerca el proceso de fabricación del vino? Planee un paseo a Concha y Toro, una de las bodegas más grandes del mundo.
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Completos y terremotos: Cuando el hambre ataca, pida un completo, el gran danés de los perros calientes bañado en chucrut, con puré de palta, tomates picados, mayonesa y mostaza. Esta popular cura para la resaca a menudo es precedida por uno o más terremotos, un cóctel generoso de vino blanco dulce, helado de piña y aperitivo amargo. Para darle un toque adicional, agréguele al suyo un toque de pisco como lo hacen los locales.
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Parques y miradores: Colores de primavera y otoño, sitios para pícnic y esculturas donde tomarse selfies atraen a los visitantes al Parque Forestal, que se extiende a lo largo del río Mapocho. Para obtener una de las mejores vistas de la ciudad, tome el funicular que sube por las pendientes empinadas del Cerro San Cristóbal, coronado por una estatua blanca brillante de la Santa María Virgen. En un día despejado de invierno, podrá ver la cordillera nevada de los Andes en el horizonte.
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Mercados únicos: Fabricado en Gran Bretaña y ensamblado en Chile en la década de 1870, el Mercado Central de hierro forjado está repleto de puestos de mariscos, frutas y verduras, y también de restaurantes que sirven las comidas favoritas locales como locos (caracoles de mar). Si desea vivir otra experiencia única, dé un paseo por el Persa Bio-Bío, un mercadillo impresionante, con ventas de refrigerios, músicos callejeros y vendedores que ofrecen desde mapas antiguos hasta plata de época.
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Arte callejero: Parte del arte moderno más emocionante de Santiago se encuentra en las paredes, los portones y los callejones, no en las galerías. En especial, Bellavista está ricamente decorada con paisajes de ensueño psicodélicos, portarretratos de héroes políticos, y personajes y caricaturas estilo animé.
Cuándo ir
A menos que esté aquí para esquiar, no existe una mala época para visitar Santiago. Los veranos son secos, con temperaturas promedio que rondan los 30 °C y que descienden a unos agradables 10 °C por la noche. No es frecuente que haya un clima húmedo, incluso en invierno, y no es probable que vea nieve a menos que escale los Andes.
Si viene en otoño, busque las fiestas y degustaciones distintivas de la cosecha de vino o vendimia. Los eventos se realizan en los parques o las plazas de la ciudad, o cerca de las bodegas. Los aficionados al cine deben venir en agosto, para coincidir con el Festival Internacional de Cine de Santiago que dura una semana. En las Fiestas Patrias, realizadas el 18 y 19 de septiembre, los elementos clave son los bailes folclóricos, fuegos artificiales y muchas empanadas, cuando se celebra la independencia de Chile de España.
Consejo de viaje
Santiago cuenta con una red de metro extensa, que facilita trasladarse. Para cualquier tipo de transporte público, la mejor manera de pagar es con una tarjeta de viaje bip!, que puede cargarse y recargarse con crédito en los puestos de tickets de las estaciones de tránsito y en las terminales de autoservicio.
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